Duchenne
Duchenne
La distrofia muscular es un conjunto de desórdenes musculares progresivos y hereditarios. Todos los tipos
de distrofia muscular provocan debilidad progresiva y degeneración de los músculos que controlan el
movimiento. Algunos también afectan al corazón u otros órganos. La edad de comienzo va desde la infancia
hasta la adolescencia tardía. La forma más común es llamada distrofia muscular de Duchenne (DMD).
En el 99.9% de los casos esta enfermedad afecta a niños varones, por lo que se considera una enfermedad
que presentan sólo ellos. Uno de cada 3,500 niños varones nacen con este padecimiento y se presenta en
todas las poblaciones alrededor del mundo.
La DMD progresa rápidamente y es causada por un gen defectuoso encargado de producir la distrofina, una
proteína esencial en la función de las células del músculo y para la conservación y regeneración del tejido
muscular. La DMD Se caracteriza por la pérdida progresiva de la función muscular, la cual se hace notoria
en los primeros años de vida por la afectación de los músculos de las piernas.
Los síntomas generalmente aparecen antes de los 6 años de edad, entre los 2 y 5 años, y pueden darse en
la infancia temprana. Hay debilidad muscular progresiva de las piernas y la pelvis, la cual se asocia con una
pérdida de la masa muscular. La debilidad muscular también se presenta en los brazos, cuello y otras
áreas, pero no tan severamente ni tan temprano como en la mitad inferior del cuerpo.
Inicialmente la pantorrilla se agranda, como si los músculos estuvieran fortalecidos y más grandes pero no
es así, en realidad esta pseudohipertrofia está formada por grasa y tejido conectivo, que finalmente
reemplazará lentamente al tejido muscular. Conforme al padecimiento progresa se presentan contracturas
que obligan al niño a caminar de puntitas, esto por el acortamiento del tendón de Aquiles.
Hacia la edad de 10 años, se pueden requerir aparatos ortopédicos para desplazarse y a la edad de 12 años
la mayoría de los pacientes tienen que usar una silla de ruedas. A partir de esa edad es común que se
presente una desviación de la columna vertebral (escoliosis) por la incapacidad de los músculos que le dan
soporte para mantenerla en una posición correcta.
La debilidad muscular, la escoliosis y un tórax rígido llevan a trastornos respiratorios frecuentes así como la
propensión a presentar enfermedades respiratorias. También en casi todos los casos se presenta
cardiomiopatía.
La capacidad intelectual en algunos casos se ve afectada, y desde la edad temprana se puede observar,
sobre todo al momento de aprender a leer, escribir y realizar operaciones matemáticas. También hay niños
con DMD con una inteligencia normal por lo que aún no se sabe a ciencia cierta el papel de la distrofina en
el cerebro.
Un niño o paciente con DMD o DMB debe ser revisado periódicamente por un grupo de médicos
especialistas multidisciplinarios a fin de dar el seguimiento, terapias y tratamientos farmacológicos que
mantengan en lo mayor posible la salud y calidad de vida.
Genética
La distrofina es una proteína que se produce a través de la codificación genética asociada. El gen en cuestión se
codifica en el cromosoma X únicamente. Si el cromosoma X está afectado en el gen que codifica la producción de
distrofina, éste puede ser inútil para su producción o bien producir una cantidad muy pequeña (en cuyo caso se
generaría una distrofia muscular de tipo Becker).
El patrón de herencia está ligado al cromosoma X, donde se localiza el gen de la distrofina. Puesto que las mujeres
tienen dos cromosomas X, si uno tiene el gen defectuoso, el segundo cromosoma X tendrá una copia funcional del
gen para compensar.
Los hombres tienen un cromosoma X y uno Y, y debido a que no tienen otro cromosoma X para compensar el gen
defectuoso, desarrollarán síntomas si heredan el gen defectuoso.
En el 70% de los casos de niños con DMD la madre es portadora de este gen defectuoso y heredado a su hijo; el
30% restante tienen su padecimiento por una primera mutación (mutación de novo). No se sabe a ciencia cierta por
qué el gen muta, sin embargo se sabe que el gen que codifica la producción de distrofina es el más grande que tiene
el ser humano y a este tamaño se le atribuye su facilidad para perder información al replicarse. Actualmente no se
conoce una tasa exacta de madres portadoras en México.
Cuando la madre es portadora, el 50% de sus hijos varones heredarán este gen defectuoso y presentarán síntomas.
El 50% de sus hijas también heredarán este gen y serán portadoras.
¿Cómo puede una familia sin antecedentes de DMD o BMD repentinamente tener un hijo con la enfermedad? Hay
dos explicaciones posibles:
La mutación genética que conlleva a la DMD puede haber existido en las mujeres de la familia durante algunas
generaciones, sin que nadie lo sepa. Posiblemente ningún hijo varón haya nacido con la enfermedad, o aun si un
niño varón en una generación anterior estuvo afectado, los parientes posiblemente no hayan sabido de qué
enfermedad se trataba.
La segunda posibilidad es que el niño con DMD tiene una mutación genética nueva que surgió durante su desarrollo
como feto. Una vez que alguien desarrolla una enfermedad genética, aunque la mutación sea espontánea en el caso
de esa persona, puede transmitirla a su progenie.
Síntomas
Debido a que no se considera la DMD como una enfermedad de gran incidencia poblacional no se ha desarrollado ningún protocolo de tamiz neonatal para el diagnóstico temprano; el médico puede sospechar de la DMD sólo si el niño tiene antecedentes genéticos. Es por esto que los niños que no tienen antecedentes heredofamiliares pasarán sus primeros meses de vida, inclusive años, sin el diagnóstico correspondiente.
Los síntomas físicos ocurren entre los 2 y 5 años de edad como:
En esta etapa es cuando los papás y familiares empiezan a tener la duda sobre si existe algún problema ortopédico o neuromuscular. Generalmente lo primero que consideran es que el niño tiene pie plano y que con simples plantillas se corregirá el problema.
Tratamiento
Actualmente no existe cura para esta enfermedad, pero el tratamiento es sumamente importante para detener en cierta medida el deterioro de los músculos.